Literature
Mi Historia
Ellos merodeaban por nuestras tierras como lobos hambrientos, destruyéndolo todo a su paso. Cada uno traía en sus manos armas que escupían fuego y trueno, humillando a nuestros arcos y flechas y demás armas de algodón. Su piel parecía de metal, uno extraño. Sus cabezas cubiertas por cascos de plomo se burlaban de nuestros ataques de madera. Gente yendo y viniendo, capturas, mano de obra. Construyeron casas de piedra, establecieron jerarquías sociales, despertaron el interés de mi pueblo por un extraño metal amarillo que ellos llamaban oro. Los tomaban, se los llevaban y no los volvíamos a